¿Qué significa ser padre?
- Mtra. Sol
- 16 jun 2016
- 3 Min. de lectura
Hoy en día nuestra sociedad ha cambiado y sigue cambiando en cuanto a las funciones y los roles que papás y mamás juegan en el sistema familiar. Las mujeres no sólo se dedican a hacer labores de la casa, trabajan y se desarrollan profesionalmente, los hombres se involucran cada vez más en las actividades de la crianza de los hijos y las tareas de la casa, poco a poco vamos alcanzando un punto de equilibrio más justo y equitativo para ambos. Sin embargo en muchos hogares esto aún dista mucho de ser una realidad, hoy en particular y, aprovechando la euforia por el día del padre, hablaré de la importancia que tienen los papás en el sistema familiar.

Que el padre esté siempre presente y participe de manera activa en la crianza tendrá un impacto positivo en la construcción de la autoestima, la autoimagen y el sentido de pertenencia de sus hijos así como en la formación de su identidad. Se convierten en un modelo de identificación para los niños y de diferenciación para las niñas.
Un padre, además de encargarse en gran medida de ser el proveedor, también se encargará de establecer normas y fijar límites, favoreciendo la construcción de patrones claros de conducta en sus hijos, esto les ayuda a los pequeños a tener autocontrol y desarrollar mayor tolerancia a la frustración. Por la manera en que generalmente interactúan y juegan los papás, estimulan la independencia, la practicidad y los juegos que implican mayor motricidad.

Tienen "el don" de generar en sus hijos una sensación de protección y seguridad (psicológica y física en el entorno), de apoyo, respaldo y contención pero también les ayudan a ser más realistas, tomar decisiones y actuar.
A través de la convivencia diaria serán un ejemplo de socialización incluso por la manera en que se relacionan con mamá y, si es capaz de mostrarse sensible, de interesarse en lo que sus hijos sienten o lo que les pasa, también les aportará herramientas para aprender a manejar sus emociones, hará que se sientan importantes y tomados en cuenta.
La lista es larga y el gran problema viene cuando el padre no es así, cuando se muestra frío, ausente o indeferente, cuando incluso físicamente ya no está, sea porque ha fallecido o porque dejó a la familia y se marchó lejos. También quizás cuando el padre es excesivamente estricto, incluso violento. Todo ello sin duda desembocará en diferentes problemáticas. Recordemos que al ser individuos únicos, los hijos enfrentarán de manera diferente estas problemáticas.

Puede generar en ellos tristeza, ansiedad, inseguridad o incluso desconfianza en sus relaciones interpersonales, en la edad adulta puede seguir buscándose la figura paterna, su cariño, su presencia, su aprobación. Puede sentirse un vacío, un sentimiento de abandono y por supuesto las consecuencias se extienden a la manera en que ahora estos "niños heridos" se relacionan con sus propios hijos.
Hagamos un alto en nuestras vidas para revisar nuestra situación actual, como hijos y como padres, si es que ya lo somos, debemos liberarnos del estereotipo del padre frío y distante ¡acércate a tus hijos, escúchalos, pasa tiempo con ellos, interésate en sus vidas, platícales como te sientes y permite que expresen sus emociones! Cierto que no nos enseñan a ser padres pero hoy en día existe mucha información disponible en internet, libros, talleres para padres, centros de orientación familiar y la psicoterapia para resolver aquellos problemas emocionales que aún se tienen guardados.

Recuerda que no existen los padres perfectos, porque somos seres humanos y que cada uno de nosotros hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene.
¡Bendecida tarde!
Mtra. Sol
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